Page 1 - Boletín Psicología y Salud
P. 1
El Programa de Asistencia Psicológica te ofrece el boletín de Salud y Psicología, aportando información para mejorar la
calidad de vida tanto en el ámbito profesional como personal.
Convivir con la Incertidumbre
Una buena definición para “incertidumbre”
puede ser “falta de certeza”. Y si lo vemos
desde ese prisma, podemos preguntarnos:
¿de qué tenemos realmente “certeza”?
Cuanto más avanzamos en la vida adulta, nos
damos cuenta de que convivimos con muchas
incertidumbres, en un mundo en el que las
certezas son escasas y nuestras creencias
pueden modificarse.
Hay personas que se amigan con esa
incertidumbre y se sienten confortables en ese entorno. Y hay personas que se sienten muy incómodas en
esa situación. Ahí surge la insatisfacción, la duda ante la toma de decisiones, la inseguridad, cierta confusión,
y en situaciones más extremas, el estrés, la ansiedad o la angustia.
Las 3 preguntas clave
Veamos tres preguntas que nos pueden ser útiles para transitar con la incertidumbre:
1. ¿Qué está en mi mano hacer y/o dejar de hacer? El concepto que hay detrás de esta pregunta es el
de hacerse cargo de mi parte de responsabilidad en cada situación. Stephen Covey ya nos regalaba
ese concepto del área de influencia y nos advertía de los riesgos de estar enfocados en el “círculo de
preocupación”, esas personas que se preocupan en vez de ocuparse.
2. ¿Qué puedo aprender de esto que está pasando? Relacionado con el concepto de aprendizaje, está
también esa distinción entre “error” o “fracaso”. Elbert Hubbard nos decía que “un fracasado es un
hombre que ha cometido un error, pero no es capaz de convertirlo en experiencia”.
3. ¿Qué oportunidades identifico? El concepto que nos trae esta pregunta es el de la “oportunidad”.
¿Cómo ver oportunidades en vez de amenazas? ¿Cómo poner el foco en lo que sí tengo y no en lo
que me falta?
Cuando damos respuesta a esas tres preguntas, en muchos casos ese “problema” que teníamos pasa a
convertirse en un “reto”. Y con esa palabra, “reto”, pueden surgir emociones más posibilitadoras, como la
ilusión, la esperanza, la confianza.
Y también se puede abrir la puerta a pasar de creencias limitantes como “no puedo” o “no soy capaz” a
creencias mucho más posibilitadoras como “tengo los recursos para lograrlo” o “sólo necesito aprender”.
Imagen: Pixabay
Basado en un artículo de Montse Altarriba, Escuela de Coaching EDPyN
Programa de Asistencia Psicológica al Empleado