Page 75 - infancia_juventud_y_ley-4
P. 75
Dossier
pues “¿no nos desprendemos de nuestra saliva, de los piojos y otras XVIII eran lo que hoy llamaríamos “niños zurrados” (golpea-
cosas que no sirven para nada y que sin embargo son engendradas dos); y concluye: “Siglo tras siglo los niños zurrados crecían y a su
15
8
y alimentadas incluso en nuestras propias personas?” . vez zurraban a sus hijos...” .
Seneca ilustra el tema así: “A los perros locos les damos un golpe Además del maltrato físico dispensado a los niños, el abuso
en la cabeza; al buey fiero y salvaje lo sacrificamos; a la oveja sexual -tanto de pequeños como de jóvenes- ha sido mone-
enferma la degollamos para que no contagie al rebaño; matamos da corriente a lo largo de los siglos. Abundante bibliografía
a los engendros; ahogamos incluso a lo niños que nacen débiles y indica que en Grecia y Roma era frecuente que los jóvenes
anormales. Pero no es la ira, sino la razón la que separa lo malo fueran utilizados como objetos sexuales por hombres mayo-
9
de lo bueno” . res y, como apunta de Mause, “Los abusos eran menos frecuentes
entre los muchachos romanos de la aristocracia, pero la utilización
Emparedar a los niños en muros o enterrarlos en los cimientos de los niños con fines sexuales era visible en alguna forma en todas
16
de edificios o puentes para reforzar la estructura, era frecuente partes” .
también desde que se construyeron las murallas de Jericó hasta
10
el año 1843, en Alemania . Suetonio relata -censurándolo-, que Tiberio “enseñaba a niños
de tierna edad, a los que llamaba sus “pescaditos”, a jugar entre
A su vez, la gran proporción de niñas asesinadas respecto de sus piernas mientras se bañaba. A los que todavía no habían sido
varones, se tradujo en un alto desequilibrio de la población destetados, pero eran fuertes y sanos, les metía el pene en la boca”.
11
17
masculina en Occidente hasta bien entrada la Edad Media . Tácito relataba la misma anécdota .
Otra tradición frecuente en la antigüedad deriva de la creen- Si bien la descripción de los abusos sexuales y prácticas abe-
cia de que cuando un niño lloraba demasiado o tenía otras rrantes con niños en la obra de de Mause es muy extensa, se
exigencias, se lo consideraba un “engendro”. Por ese motivo, se han extractado las más significativas para dar al lector una idea
los ataba o fajaba bien apretados durante largo tiempo. Eso de lo “no dicho” por parte de la mayoría de quienes se han de-
probablemente evitaba que se convirtieran en seres “malva- dicado a contar la historia. Aquella que bien podríamos llamar
dos”. Esta costumbre de fajar a los niños e incluso atarlos con la “historia oficial”, o no tiene en cuenta a los niños, o la parti-
cuerdas a tableros para transportarlos, continuó a lo largo de cipación de los mismos ha sido reducida a imágenes notable-
la Edad Media y según deMause, esas costumbres estaban mente distintas de las que surgen en la moderna historiografía
desapareciendo en Inglaterra y Norteamérica a fines del siglo de la que forma parte el autor referenciado.
XVIII y en Francia y Alemania en el XIX y se considera que
12
la práctica se extendió por 2.000 años . Algunas mejoras en el trato a los niños se notan a partir de
los siglos XVII y XVIII. En el primero de ellos hubo algunos
La utilización de figuras fantasmales para asustar a los niños intentos por disminuir el castigo corporal siendo en el siglo
abundaron a lo largo de la historia y hasta hace muy poco. Inclu- siguiente cuando la reducción fue más notable. Recién en el si-
so en la actualidad, en algunas zonas de Europa, muchos padres glo pasado comenzó a desaparecer en Europa la costumbre de
siguen amenazando a sus hijos con el hombre lobo, el barbudo, los azotes, recordando de Mause que en Alemania se mantuvo
el deshollinador, o con llevarlos al sótano para que se los coman por más tiempo, país en el que el 80% de los padres todavía ad-
18
13
las ratas . En nuestro medio aún hoy es frecuente oír que se miten que pegan a sus hijos, un 35% de ellos, con bastones .
amenaza a los niños con el “cuco” o el “hombre de la bolsa”.
En Estados Unidos, la primera intervención del Estado en el
Entre los instrumentos de castigo figuraban látigos de todas caso de una niña a la que sus padres habían hecho objeto de
clases, incluidos los de nueve ramales, palas bastones, varas de abusos y maltrato fue en 1875. El caso es el de Mary Ellen,
hierro y de madera, haces de varillas, disciplinas e instrumentos de 9 años de edad, quien fue sacada a sus padres por las auto-
escolares especiales, como una palmeta que terminaba en for- ridades judiciales. La paradoja del caso citado es que la insti-
ma de pera y tenía un agujero redondo para levantar ampollas. tución que activó el caso fue la sociedad para la Protección
Las palizas descriptas en las fuentes, eran en general muy duras, de los animales de nueva York. Recuerda el autor citado que
producían magulladuras y heridas y comenzaban en edad tem- el caso coincide con la creación de la New York Society for the
14
19
prana, siendo un elemento normal de la vida del niño . Prevention of Cruelty to Children .
Debido a las prácticas sintetizadas, de Mause reflexiona que No es casual, a la luz de la historia del maltrato y abuso de
según los datos que reunió sobre los métodos de castigar a los niños que, recién a fines del siglo pasado haya aparecido una
niños, un porcentaje muy alto de los nacidos antes del siglo entidad dedicada a la prevención del maltrato infantil, como
tampoco lo es que hayan existido primero instituciones dedi-
cadas a proteger a los animales.
8 BartHoLoMew Batty. citado por de Mause, obra citada.
9 seneca citado por deMause en obra citada.
10 deMause, obra citada.
15 deMause, obra citada.
11 deMause, obra citada.
16 deMause, obra citada.
12 deMause, obra citada.
17 deMause, obra citada .
13 deMause, obra citada.
18 deMause, obra citada.
14 deMause, obra citada.
19 deMause, obra citada.
Infancia, Juventud y Ley 75

