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Comentario y análisis de películas
manos de profesionales que conocen su oficio. La fotografía Los sentimientos de la joven adquieren una simbología cre-
es de primera calidad; la dirección de actores es exquisita. Mi- ciente. A través de su violoncello nos habla de lo que está vi-
chelle Jenner está muy creíble y envuelta por un halo turbado viendo. Los sonidos expresan cada vez más el estado confuso
y oprimido; Lluis Homar, magnífico y creador de una aseada en que se encuentra, que van, desde la arropadora música de
apariencia, cobertora de la más profunda ruindad y una Belén Bach a su situación polar contraria, reflejada por la estridencia
Rueda, compacta y magnífica en la descomposición de los pa- de los mecánicos ruidos de las máquinas tragaperras.
peles en los que se representa la figura de las madres coraje.
La película transmite veracidad; todo es asumible, cotidiano y
Los decorados son sugerentes y adecuados; el guión compacto, dentro de la normalidad. No hay desgarro aparente, las dificul-
salvo algunos tempos en el final de la película que impiden tades relacionales no están desbocadas, no existen imposturas
saber si la resolución de problemas de la protagonista se deben visibles ni malas formas. La película refleja una realidad envi-
a la terapia de grupos en la que está envuelta o a una serie diable, bajo la que habita el espanto, el terror, el desamparo y
de técnicas basadas en el alucinado seguimiento que la joven la soledad. Una realidad que horroriza, que impide cualquier
hace de las manos de la terapeuta y que van produciendo una atisbo de esperanza.
influencia decidida por algún espíritu benévolo que permite a
Silvia acceder misteriosamente a un awarness lógico. (Si bien, Hasta que todo estalla.
hemos de decir, que la crítica se basa más en el aspecto de la
aplicación de las técnicas psicológicas, que de defectos me- Los participantes de la terapia grupal expresan esta situación
ramente filmográficos). De hecho, la película la vimos en un soterrada. Su testimonio impresiona por su veracidad. Son per-
cine–forum en la que estaba presente Montxo Armendáriz, en sonas rotas que buscan angustiosamente su equilibrio íntimo,
donde defendía a ultranza los métodos de intervención psico- el huir de los lacerantes fantasmas de su infancia, el poder cal-
lógica con estos jóvenes) mar sus dolorosas emociones con un bálsamo de normalidad.
Ante todo, creemos en la sinceridad de Armendáriz en No En la película, Michelle Jenner, lucha contra sus propios fan-
tengas miedo. Hace una inmersión valiente en uno de los te- tasmas y en ocasiones, en su huida, se enreda en situaciones
mas tabú de nuestra cultura. Solamente el pensamiento del similares a las que huye. Su voluntad y sus errores le van dando
hecho genera un estado, cuando menos, de inquietud. El re- pistas del camino de su propia liberalización. Esta no pasa por
chazo al incesto está cincelado, en la mayoría de las personas, otro lugar que por el conocimiento de sus propias fuerzas y
desde sus primeros pasos y su prohibición, adobada con reso- por su voluntad de vivir una vida sin abismos insoldables y
nancias genéticas y filosóficas psicoanalíticas y estructuralistas, terroríficos.
analiza la necesidad del hombre y la mujer a renunciar sexual-
mente de sus hermanos y progenitores. Si este pacto se rompe
bruscamente nos adentramos en la forma más mezquina del
abuso sexual.
Esta, no es una situación, ni mucho menos, baladí.
La relación prohibida y el pavor se encuentran en el tapete de
la mesa del comedor de una familia convencional, en una ciu-
dad moderna, en la que todo sigue un aparente ritmo normal
de la vida. En este ambiente hay una joven que vive aterrori-
zada y donde nadie puede participar de su horror. Sus tímidos
intentos de resolución del conflicto son brutalmente cercena-
dos por una madre egoísta y cobarde.
Infancia, Juventud y Ley 73