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Investigación empírica
d) Ontogenéticos: Pobre apego hacia los padres, victimización
caRacteRiZación
temprana, problemas mentales, problemas de drogas.
La probabilidad de que un menor agreda a sus padres aumen- Respecto a la caracterización de la violencia filio-parental po-
ta cuantos más factores estén presentes, siendo las variables demos tener en cuenta factores como el género, la edad, va-
macrosistémicas las que influyen constantemente en el resto. riables clínicas, grupo de iguales, el tipo de familia, la clase
socio-económica y las pautas de crianza.
El tercer modelo sería el de Garrido (2007), para quién hay
una serie de variables consideradas relevantes en la explicación En cuanto al género lo que propone la mayor parte de los au-
de la violencia filio-parental: tores es la distribución igualitaria de la violencia filio-parental
entre menores agresores hombres y mujeres. (Agnew y Hugu-
– La presencia de comportamientos violentos dirigidos a los ley, 1989; Cottrell, 2001; González-Álvarez 2012; Kennair y
menores por parte de los padres. Mellor, 2007; McCloskey y Lichter, 2003; Wilson, 1996).
– La observación por parte de los menores de comporta- También hay autores que establecen diferencias, no en cuanto
mientos violentos en el contexto familiar. a la frecuencia de los actos violentos sino en cuanto a la tipo-
logía de los mismos. Archer (2004); Bobic, (2002); Evans y
– La presencia de trastorno mental. Warren-Sohlberg, (1988); Pagani, Tremblay, Nagin, Zoccoli-
llo, Vitaro, y McDuff, (2004), Paulson, Coombs, y Landsverk,
– La presencia de consumo de drogas. (1990) y Walsh y Krienert, (2007) consideran que la violencia
cometida por las mujeres suele ser más de tipo emocional, fi-
Garrido (2005) denomina con el concepto de “Síndrome del nanciero y psicológico mientras que los varones tienden más
emperador” a los menores agresores de sus padres que no están a la violencia física. En cuanto a los datos referidos a España
influidos por las variables mencionadas anteriormente, y que los hijos varones suelen emplear más violencia física dirigida
cifra en aproximadamente un 10%. Considera características a sus progenitores que las hijas, mientras que en el caso del
fundamentales en estos casos: abuso psicológico y emocional no se obtuvieron diferencias
significativas (Ibabe y Jaureguizar, 2011).
– La ausencia de principios morales.
Respecto a la edad uno de los principales aspectos a destacar
– La ausencia de culpa. es la gran variedad de los rangos empleados en los diferentes
estudios, motivo por el cual no es posible sacar conclusiones
– La baja capacidad empática. sobre el impacto de esta variable. La mayor congruencia la
encontramos en estudios que sitúan la violencia filio-parental
– Las creencias distorsionadas en relación a la interacción entre los 12 y los 21 años, con una mayor frecuencia de agre-
padre-hijo. siones entre los 15 y 17 años (González-Álvarez 2012; Haw
2010).
Estos menores presentan características relacionadas con la
psicopatía, dándole el autor gran relevancia a la herencia ge- En cuanto a las variables clínicas podemos tener en cuenta las
nética, la cual generaría gran dificultad en los padres en la re- siguientes como significativas:
lación con estos hijos.
a) Consumo de Drogas. Hay autores que han establecido
Para González-Álvarez (2012) el modelo del “Síndrome del una vinculación entre el consumo de drogas y la presencia
emperador” explica el funcionamiento de aproximadamente el de agresiones hacia sus padres (Agustina y Romero, 2013;
10% de los menores que agreden a sus padres a partir de un Calvete, Orue y Sanpedro 2011; Ellickson y MacGuigan,
comportamiento concordante con la sintomatología psicopá- 2000; Ibabe, 2007; Ibabe y Jaureguizar, 2011). También se
tica, por lo que no se puede considerar un modelo explicativo establece un mayor consumo de sustancias entre los meno-
de la violencia filio-parental en su globalidad. res condenados por delitos de maltrato familiar y los que
han cometido otro tipo de delitos (Cano y Contreras 2016;
Por su parte Fandiño y Basanta (2016a, 2016b) si encuentran Jiménez y Roser 2013)
que la presencia de intensos rasgos psicopáticos es un elemen-
to diferencial en los menores que han cometido delitos de b) Distorsiones cognitivas. Rechea y Cuervo (2010) encon-
violencia filio-parental y los que han cometido otro tipo de traron los menores que han ejercido violencia filio-parental
delitos también entre aquellos que están cumpliendo medidas consideran el uso de la violencia más aceptable que aque-
judiciales y presentan graves trastornos psicopatológicos. llos que no habían ejercido violencia hacia sus progenitores.
Por su parte Calvete, Orue y Sampedro (2011) pusieron
de manifiesto que los menores que agredían a sus padres
presentaban creencias de grandiosidad y de justificación
de la violencia en mayor medida que los menores que no
agreden a sus padres. González-Álvarez y Morán (2016)
señalan como predictor de la violencia filio-parental la jus-
tificación de la violencia.
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