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Investigación empírica
conscientemente a través de la relación educativa. Es sabido La importancia del contexto institucional en la ejecución de
que el maltrato en la infancia y la adolescencia aumenta el medidas privativas de libertad es puesta en evidencia por di-
riesgo futuro de delincuencia y violencia (Bartel et al., 2003; versos autores y recomendaciones internacionales. Esta im-
Mersky et al., 2012; Ryan,Williams,Courtney,2013) aunque portancia se atribuye no únicamente a aspectos relativos a la
sea de forma correlacionada y no causal; tenemos constancia adecuación de las infraestructuras a la tarea educativa sino
de que un alto porcentaje de jóvenes que cumplen una medida también y principalmente al diseño de un entorno institucio-
judicial han sido polivictimizados. Los profesionales deben ser nal educativo en sí mismo.
formados para comprender esta realidad e intervenir para evi-
tar una nueva victimización y promover la resiliencia y el em- En la Recomendación CM/R(2008)11 del Consejo de Eu-
poderamiento Pereda et al. (2014) compararon el porcentaje ropa (regla 53 y 88) se destaca la importancia de algunas
de victimización de la población infantil comunitaria catalana características de este contexto: instituciones reducidas, or-
con la población tutelada por la Dirección General de Aten- ganizadas en unidades de vida pequeñas; entorno protegido
ción a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) y con la pobla- y seguro donde se respete la dignidad y la integridad física;
ción atendida en justicia juvenil. De los resultados obtenidos diseño de la vida cotidiana que se asemeje tanto como sea
en los 3 grupos se observó que el grupo de justicia juvenil era posible a los aspectos positivos de la vida en la comunidad;
el que presentaba mayor porcentaje de victimización (91,4% ubicación e integración en el entorno social y cultural de
en el último año, frente al 84,2% de la población de DGAIA la comunidad; participación de los jóvenes en la dinámica
o el 68,6% de la población comunitaria). institucional; especial cuidado de proteger contra la victimi-
zación especialmente a los más vulnerables; planteamiento
Garcia, C.A. (2015:486) comenta la importancia que tiene dinámico de la seguridad basado en relaciones positivas con
el trauma producido por el maltrato en la manera en que los los menores; etc.
jóvenes piensan, sienten y actúan y la enorme incidencia que
tiene en los jóvenes infractores. Hace hincapié en la necesidad En esta misma recomendación se señala: “Deberá garanti-
de identificar el trauma y actuar para favorecer la cura y el zarse a los menores privados de libertad toda una serie de
empoderamiento. actividades e intervenciones provechosas de acuerdo con un
plan global individual que tenga como objetivo la progre-
Así pues, destacamos el importante papel de la relación humana sión a través de regímenes menos restrictivos y la prepara-
y ética en el éxito de las intervenciones educativas con jóvenes ción para la puesta en libertad y la reinserción en la sociedad.
infractores y subrayamos tres ideas: la necesidad de integrar la Estas actividades e intervenciones deberán fomentar la salud
dimensión ética en la intervención a través, entre otras acciones, psíquica y física, el respeto por uno mismo y el sentido de la
de la socialización de la reflexión ética entre los profesionales; la responsabilidad del menor, y desarrollar aptitudes y capaci-
necesidad de implicar al joven y a su entorno inmediato en su dades con el fin de evitar la reincidencia.” (regla 50.1.). El
propio proceso de cambio; y, finalmente, la necesidad de explo- catálogo de programas de los centros de justicia juvenil en
rar en la relación educativa la perspectiva del menor infractor Cataluña (http://justicia.gencat.cat/ca/ambits/justicia_juve-
como víctima y preparar a los profesionales para evitar la revic- nil/ambits_d_actuacio/internament/) se fundamenta en esta
timización y favorecer su empoderamiento. filosofía.
2.2. la diMenSiÓn téCniCa y eStratégiCa Leblanc (2000) detalla también algunas características para
una intervención institucional de éxito:
Cuando hablamos de la calidad de una intervención educativa,
a parte de la ya nombrada dimensión relacional y ética, nos refe- – Tener una teoría contrastada que de sentido y base a las
rimos también, e inseparablemente, a la dimensión técnica y es- intervenciones.
tratégica (Vilar 2013; Bonta y Andrews, 2007, Leblanc, 2000).
– Las infraestructuras y el espacio han de estar pensados
Vilar (2013) habla del “acercamiento al otro” en el marco de como espacios educativos.
la educación social y describe la doble perspectiva vocacional
y profesional, afirmando que ninguna de ellas es válida sin la – Crear un programa rico e innovador (escuela, deportes, ar-
otra: “Un buen profesional será aquella persona que integre tes, cultura, etc.) que se enmarque en un proyecto de vida
de forma armónica tacto y conocimiento, compromiso y rigor, estructurado.
sensibilidad y estrategia” (Vilar, 2013:73).
– Prestar especial atención a la dinámica de grupo de los jó-
La cualificación profesional, el interés manifiesto por la mejo- venes y que los educadores incidan para modelarla como
ra profesional continua, y la preocupación por la planificación dinámica educativa.
y la evaluación son ingredientes indispensables de las inter-
venciones rigurosas y eficaces con jóvenes infractores. – La formación de los educadores debe cuidarse y centrase
en la triple vertiente de las competencias profesionales: sa-
2.3. el COnteXtO inStituCiOnal ber, saber hacer y saber estar (conocimientos, habilidades y
valores).
En el caso de las medidas de internamiento, a este contexto
relacional ético y técnico hay que añadir el papel del propio – Tener un sistema definido de evaluación y mejora que in-
espacio institucional como espacio educativo. cluya la percepción y opinión de los jóvenes.
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