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Investigación empírica
En la ejecución de una medida de internamiento, no sólo será de priorizar las necesidades criminogénicas en el diseño de
necesario velar por la excelencia de las intervenciones. Hay que la intervención; y 3) el principio de la capacidad de respuesta
trabajar para crear un contexto institucional coherente, com- (responsivity) describe cómo debe intervenirse, tiene en cuenta
partido, respetuoso, apto para ensayar nuevos aprendizajes, un las fortalezas, el estilo de aprendizaje, la personalidad, la moti-
contexto que eduque en si mismo porque en él se ejercitan en vación, y las características sociales del individuo.
la práctica los valores que se defienden.
Este marco teórico nos aporta algunas recomendaciones para
A pesar de que la investigación sigue mostrando que las inter- la intervención individualizada:
venciones que se desarrollan en la comunidad tienen más éxito
que las que se llevan a cabo en un entorno institucional (Mc- – Utilizar instrumentos de valoración del riesgo basados en
Kee y Rapp, 2014; Evans-Chase y Zhou, 2014; Wilson y Hoge, la evidencia (evidence-based risk instruments) para deter-
2012; Bontrager Ryon, S. et al.), hay evidencias claras del éxito minar las necesidades de intervención.
de intervenciones en contextos institucionales cuando se cuidan
determinadas condiciones de ese contexto y de las intervencio- – Hacer coincidir correctamente el nivel de intervención con
nes (Bonta y Andrews, 2007; McKee y Rapp, 2014). Convie- el nivel de riesgo del infractor (máximo riesgo-máxima in-
ne recordar al mismo tiempo que otros autores (Mulvey,2011; tervención; mínimo riesgo-no intervención)
Howell, 2009:166) han constatado que estancias más largas en
instituciones de menores que no reducen la reincidencia. – Utilizar las intervenciones correctas, dirigidas a las necesi-
dades específicas de cada persona.
3. WHat WOrKS?
- Tener en cuenta el modo en que cada persona es capaz de
aprender, cuidar su motivación, implicarla efectivamente.
En este contexto profesional (relacional, ético y técnico y a veces
institucional), intencionalmente cuidado, protegido y estimula- – A pesar que los instrumentos recojan muchos factores, el
do, entendemos que debe situarse la intervención con jóvenes profesional debe obtener una perspectiva única, global y
infractores como garantía de efectividad de la tarea educativa. comprensiva de cada persona.
El objetivo debe ser incrementar al máximo posible las posibili-
dades de reinserción y disminuir al máximo posible el riesgo de Bajo esta perspectiva se introdujo en Cataluña, en el ámbito
reincidencia. Es evidente que, como señalan Martínez-Catena de ejecución de medidas de justicia juvenil, el uso del SAVRY
y Redondo (2013), la multicausalidad y complejidad de la con- (Bartel, Borum i Forth, 2003) como manual para la valoración
ducta delictiva hace imposible esperar a través de las interven- estructurada del riesgo de reincidencia. Ferrer i Hilterman
ciones con infractores la desaparición de la reincidencia. (2008) explican la experiencia de implementación en un artí-
culo anterior de esta misma publicación.
En este apartado concretaremos dos nuevos aspectos básicos
de una intervención centrada en estos objetivos. Nos referire- Esta perspectiva comprensiva debe permitirnos entender los
mos en primer lugar a la individualización, al conocimiento factores de riesgo y las necesidades del joven, sus potencialida-
personalizado y global del joven, como el punto de partida im- des y su responsividad para poder trabajar con él un proyecto
prescindible. Y hablaremos posteriormente de los programas de cambio realista. Las intervenciones más efectivas se centran
como instrumentos de intervención y de qué características en esta perspectiva como condición necesaria pero, como su-
tienen los que se destacan hoy como efectivos. brayamos en este artículo, no suficiente.
3.1. intervenCiÓn individualizada/ 3.2. PrOgraMaS de intervenCiÓn
diFerenCiada
En este apartado comentamos las características que se des-
La necesidad de partir de una evaluación individual que funda- tacan desde la literatura que debe cumplir una buena inter-
mente una intervención ajustada a las necesidades de cada joven vención centrada en programas: ¿qué características deben
(Mason and Prior, 2008) es un principio destacado de la justi- cumplir estos programas? Diversos autores sintetizan las
cia juvenil y que está ya plenamente integrado en la práctica de aportaciones de otros muchos (Mason and Prior, 2008:10-11;
los profesionales. En la última década, sin embargo, han surgido Garcia, 2015:476) en las siguientes:
algunas novedades teórico-prácticas, basadas en la investigación,
que han aportado nuevos instrumentos para ordenar y hacer más – Tienen fundamento teórico.
efectiva esta valoración individualizada de la situación de cada
joven como punto de partida fundamental para la intervención. – Están muy estructurados e incluyen un nivel adecuado de
supervisión.
La principal aportación ha venido de la mano del modelo
RNR (Riesgo, Necesidad, Responsividad). Tal como sinteti- – Se dirigen a tantas necesidades criminógenas como sea po-
zan Bonta y Andrews (2007) el modelo RNR se centra en 3 sible (como mínimo a cuatro).
principios: 1) el principio del riesgo afirma que el compor-
tamiento criminal se puede predecir de forma fiable y que el – Son individualizados para dirigirse a las necesidades específicas
tratamiento debe centrarse en los infractores de alto riesgo; de cada joven (especialmente si estas necesidades están relacio-
2) el principio de necesidad pone de relieve la importancia nadas con el abuso de substancias o traumas importantes)
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